De la música hace parte el sonido de una sonrisa que fácilmente llega sin aviso a las entrañas de otro y baila con ellas como jóvenes golondrinas produciendo cosquillas y alegrías infinitas.
La música es un arte que al hombre ha acompañado en su evolución y a su ánimo en los escondites más íntimos. Podríase imaginar cómo el alma de una persona baila al percibir sus sonidos: su corazón, su respiración, su voz, su sonrisa. Si con un poco de magia llegase no sólo a imaginar sino a ver ese baile, fácilmente podría tomarla de la mano, llevarla a sus brazos y ser el parejo.
Traigo "En Tus Brazos", un conmovedor cortometraje animado francés de director español y, a propósito de la música, el baile y el amor, termino citando a uno de mis más admirados maestros: "... Amar es cerebralmente un baile y hay que bailar con el que pueda danzar con el cerebro de uno. Amar es bailar, no hacer gimnasia. Encontrar eso es muy difícil; hallarlo es un tesoro".

